domingo, 3 de agosto de 2008

EL FORMÓ PARTE DE UN EJÉRCITO LOCO





Para mitigar, un poco quizás, la impresión triste que generaron las ultimas noticias, y sus respectivas fotos, en lo referente al más ilustre artista que el rock argentino ha dado, el señor Carlos Alberto Garccía Lange, creo oportuno el recordar una anécdota que Sergio Marchi señala en su libro "No digas nada", que cuenta la historia de Charly. En el año 1971, Sui generis entra en un letargo, ya que Charly se vió obligado a realizar la colimba. Para él fue lo más horroroso que un ser humano pueda imaginar. La madre de Charly intentó por todos los medios salvar a su hijo de dicho tormento. Tan sólo consiguió que entrara en Campo de Mayo.

En su estadía, Charly nunca se quedó firme, "hablaba de más y mostraba una expresión altiva en vez de bajar la cabeza como el resto". En un momento Charly García asegura haber tenido una visión de un Angel. Simula locura, dice que sufre del corazón y que se intoxica con pastillas. De ahí al hospital. " Fingió una variada gama de desórdenes físicos. Pero la situación que llevo a los médicos del lugar a considerarlo maníaco depresivo con personalidad esquizoide fue la siguiente, que tuvo lugar en el hospital, tal como lo relata Marchi: " ... decidió hacer algo tremendo, algo que evitara que fuera devuelto al regimiento: tomó el cuerpo de un muerto de una de las camas del hospital, lo puso en una silla de ruedas y lo llevó a tomar sol por ahí. - Lo ví muy pálido - declaró cuando lo sorprendieron." Al final lo dejaron ir a principios de 1972. De aquella experiencia quedarán dos temas fundamentales de la historia de Sui Generis. Uno será "Canción para mi muerte" y "Botas locas", tema que fuera prohibido (debía haber pertenecido al disco "Pequeñas anécdotas sobre las Instituciones" del año 1974) y el cual paso a transcribir:

Yo forme parte de un ejército loco, tenía veinte años y el pelo muy corto, pero, mi amigo, hubo una confusión, porque para ellos el loco era yo.
Es un juego simple el de ser soldado: ellos siempre insultan, yo siempre callado. Descansé muy poco y me puse malo, las estupideces empiezan temprano.
Los intolerables no entendieron nada, ellos decían "Guerra", yo decía: "no, gracias".
Amar a la Patria bien nos exigieron, si ellos son la Patria, yo soy extranjero. Yo formé parte de un ejército loco, tenía veinte años y el pelo muy corto, pero mi amigo hubo una confusión, porque para ellos el loco era yo.
Se darán cuenta que aquel lugar era insoportable para alguien normal, entonces me dije: "basta de quejarme, yo me vuelvo a casa" y decidí largarme.
Les grité bien fuerte lo que yo creía acerca de todo lo que ellos hacían. Evidentemente les cayó muy mal y así es que me echaron del cuartel general.
Yo formé parte de un ejército loco, tenía veinte años y el pelo muy corto, pero, mi amigo, hubo una confusión, porque para ellos el loco era yo.
Si todos juntos tomamos la idea que la libertad no es una pelela se cambiarían todos los papeles, y estarían vacíos muchos más cuarteles, porque a usar las armas bien nos enseñaron y creo que eso es lo delicado, piénselo un momento, señor general, porque yo que usted me sentiría muy mal.
Yo formé parte de un ejército loco, tenía veinte años y el pelo muy corto, pero, mi amigo, hubo una confusión, porque para ellos el loco era yo.



Años más tarde Charly expresaría que así comenzó su larga carrera de exitos, gracias al Ejercito Argentino. ¡FUERZA ÍDOLO!

1 comentario:

Shine off dijo...

Excelente anécdota! Es mejor aún contada por él mismo, en la mitad se empieza a reir de lo que hizo!
Esperemos que mejore pronto...
Abrazo!
Pato