CLARE TORRY Y SU GRAN CONCIERTO EN EL CIELO

El tema más notable de "Dark side of the moon" (1973) de Pink Floyd es "The great gig in the sky". Previamente a la grabación del disco, la canción había tenido diversos nombres tales como "La canción de la religión" y "La secuencia Mortal".

Está en el lugar indicado y emociona cada vez que uno la escucha. Sobre una base de piano del músico Richard Wright que va tejiendo diversas armonías, Clare improvisa, tal cual una cantante negra de gospel, pero rubia. Ella también es conocida por haber realizado sesiones con bandas como Culture Culb, Alan Parsons Project y Procol Harum.

Efectivamente, Alan Parson, quien trabajaba como ingeniero de sonido con Floyd, fue el que recomendó a Clare. Según lo que ella misma cuenta de aquel momento en que grabó con Floyd aquella perla, entró al estudio de grabación y se pusó a cantar ‘Ooh-aah, baby, baby - yeah, yeah, yeah.’ Entonces, los Floyd le dijeron que eso no era lo que pretendían de ella y que tratara con notas más largas: "Se más emocional".

También recuerda que no sabe realmente que era lo que estaba haciendo, y que pensó en no seguir adelante en la grabación del tema. Dos tomas y menos de 3 horas fueron necesarias para que Clare quedara en la historia del rock. Durante lo que dura "The great gig in the sky", Clare actúa como un instrumento construyendo melodías que hielan la sangre.

En 2004 Clare inició un juicio contra Pink Floyd reclamando la co-autoría del tema. Y en el año 2005 se llegó a un acuerdo judicial a favor de la cantante por el que se le dió una compensación económica y el derecho a incluir su nombre como co-autora del tema. Nada más justo para darle las gracias por aquel "Gran concierto en el cielo".